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jueves, 14 de septiembre de 2017

LA CLAVE DE LA FELICIDAD. REFLEXIONES

Muy pocos seres humanos entienden la naturaleza y las funciones de la mente. Pero es necesario que la comprendamos, porque tanto el sufrimiento como la felicidad surgen desde la de la mente. Si queremos resolver nuestros problemas y disfrutar de un verdadero bienestar tenemos que saber cómo funciona la mente.
Necesitamos verla con la libertad de quien no juzga ni emite juicios, verla y comprenderla para que la tremenda fuerza que trae la comprensión disipe las causas del sufrimiento. Ésta es la única manera de mejorar la calidad de nuestras vidas ahora y en el futuro.
En los últimos años, el conocimiento y control del mundo externo han aumentado considerablemente, y como resultado hemos presenciado un notable progreso material. Sin embargo, la felicidad del ser humano no se ha incrementado del mismo modo.
Hoy día no hay menos sufrimientos ni menos infortunios en el mundo, incluso se podría decir que ahora experimentamos más problemas e infelicidad que nunca. Esto indica que la causa de la felicidad y la solución a nuestros problemas no se encuentran en el conocimiento y control del mundo externo.
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La felicidad y el sufrimiento son estados mentales y, por lo tanto, sus causas principales no existen fuera de nuestra mente. Si queremos ser verdaderamente felices y liberarnos del sufrimiento, debemos mejorar nuestra comprensión de la mente.
Cuando las cosas no marchan bien y nos encontramos en dificultades, solemos pensar que la situación en sí misma es la causa del problema, pero en realidad todas las contrariedades que experimentamos provienen de la mente.
Si en nuestro interior se encontrara la firme actitud de ver y de comprender lo que sucede, sin desvirtuar la realidad con el la necesidad de actuar según algún dogma o creencia, lo que nos ocurre no nos causaría problemas, sino que las consideraríamos como oportunidades y retos para progresar en nuestro desarrollo personal.

Los problemas sólo aparecen cuando vivimos de forma inconsciente e ignorante y no sabemos obrar de manera apropiada ante las dificultades. Por consiguiente, SI QUEREMOS SOLUCIONAR NUESTROS PROBLEMAS, DEBEMOS APRENDER A COMPRENDER LO QUE SUCEDE EN NUESTRA MENTE, A SER CONSCIENTES Y A OBRAR ADECUADAMENTE. HE AQUÍ LA CLAVE DE LA FELICIDAD.

miércoles, 25 de mayo de 2016

5 SECRETOS PARA SER FELIZ, SEGÚN UN PRESTIGIOSO PROFESOR DE HARVARD

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BEN-SHAHAR DEFIENDE, QUE, EN EFECTO, NECESITAMOS PLACER EN NUESTRA VIDA, PERO ESTE SOLO CONSTITUYE LA MITAD DE LA RECETA. Y LA OTRA MITAD SOLEMOS OLVIDARLA

La felicidad es uno de los estados anímicos más discutidos en nuestra especie. Mientras todos coincidimos en que queremos ser felices, cada uno aplica su propia receta para alcanzar dicha meta. Incluso existen diferencias en el propio CONCEPTO DE FELICIDAD, puesto que lo que para unos es una meta, para otros es un camino. Lo cierto es que este anhelo siempre ha sido carne de cañón para todo tipo de motivadores y escritores varios que basan sus enseñanzas en frases inspiradoras de dudosa base científica.

Pero, ¿qué dice la ciencia? El profesor de la Universidad de Harvard y autor del libro 'LA BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD: POR QUÉ NO SERÁS FELIZ HASTA QUE DEJES DE PERSEGUIR LA PERFECCIÓN' 

1. NECESITAMOS PLACER Y DARLE UN SIGNIFICADO
El profesor Ben-Shahar defiende, que, en efecto, necesitamos placer en nuestra vida, pero este solo constituye la mitad de la receta, la otra mitad parte de marcarnos propósitos y metas. Hasta ahí todo parece claro, pero ¿qué objetivos debemos marcarnos? Lo más habitual es pensar en conseguir el mejor expediente académico, comprarnos una casa más grande, adquirir el último modelo de un móvil, etc. Sin embargo, consigamos o no dichos propósitos, es posible que nos generen una incómoda sensación de vacío. Esta carencia se debe a que son metas marcadas por agentes ajenos a nosotros, como la imagen o las expectativas sociales.

Evidentemente no podemos alejarnos por completo de la sociedad y, por supuesto, existen aspectos tangibles que son básicos para nuestra felicidad. Uno de ellos es el trabajo, pero en nuestra escala de intereses quizá deberíamos dar más peso a sentirnos a gusto en nuestro entorno laboral, sentirnos valorados, que nuestro esfuerzo tiene un impacto, etc. Estos detalles no tienen que ver con el largo plazo, sino con el transcurso del día a día.

2. TUTORIZAR NUESTROS DÍAS
Revisar la bandeja de entrada y responder al correo, ir a trabajar, llevar a nuestros hijos a actividades extraescolares, etc. Si en algo estamos de acuerdo es quela falta de tiempo es un auténtico problema, pero también es cierto que lo perdemos en tonterías. El día son 24 horas y debemos aprovecharlas al máximo. A veces merece la pena parar por un momento y apuntar a qué dedicamos cada rato de nuestros días, a qué enfocamos nuestros esfuerzos y, finalmente, evaluar si vamos por el camino correcto. No todo debe ser ni trabajo, ni esfuerzo, ni placer; pero es básico que sepamos lo que nos causa malestar y lo que nos resulta agradable.

Este proceso, indica Ben-Shahar, se conoce como indagación apreciativa y sirve para aprovechar todo nuestro potencial. Es necesario que nos preguntemos si están funcionando nuestras dinámicas y si va bien nuestro día a día. De esta manera, sabremos cómo potenciar al máximo los buenos momentos y minimizar, dentro de lo posible, aquello que nos genera malestar.

3. EVITAR SUFRIR PARA DISFRUTAR
Un pensamiento que ha calado muy hondo en nuestra mentalidad es que es el trabajo duro el que trae las mayores satisfacciones. En parte puede ser verdad, cuando nos esforzamos y un trabajo da sus frutos la satisfacción es plena, pero el transcurso también tiene su importancia y si este es doloroso, quizá no merezca tanto la pena.

El esfuerzo no es sinónimo de dolor. Es preferible ir marcándose objetivos medios, en vez de uno tremendamente alejado que convierta el proceso en una especie de odisea con una meta casi inalcanzable. Como símil para explicar este pensamiento, Ben-Shahar compara el ahogarse con hacer el amor. En ambos casos uno acaba cansado y exhausto, pero en el primero todo es sufrimiento, mientras que al practicar sexo se disfruta, además del final, también del proceso.

La felicidad es uno de los estados anímicos más discutidos en nuestra especie. Mientras todos coincidimos en que queremos ser felices, cada uno aplica su propia receta para alcanzar dicha meta. Incluso existen diferencias en el propio CONCEPTO DE FELICIDAD, puesto que lo que para unos es una meta, para otros es un camino. Lo cierto es que este anhelo siempre ha sido carne de cañón para todo tipo de motivadores y escritores varios que basan sus enseñanzas en frases inspiradoras de dudosa base científica.

1. NECESITAMOS PLACER Y DARLE UN SIGNIFICADO
El profesor Ben-Shahar defiende, que, en efecto, necesitamos placer en nuestra vida, pero este solo constituye la mitad de la receta, la otra mitad parte de marcarnos propósitos y metas. Hasta ahí todo parece claro, pero ¿qué objetivos debemos marcarnos? Lo más habitual es pensar en conseguir el mejor expediente académico, comprarnos una casa más grande, adquirir el último modelo de un móvil, etc. Sin embargo, consigamos o no dichos propósitos, es posible que nos generen una incómoda sensación de vacío. Esta carencia se debe a que son metas marcadas por agentes ajenos a nosotros, como la imagen o las expectativas sociales.

miércoles, 4 de marzo de 2015

10 HÁBITOS QUE TE QUITAN FELICIDAD

EN ÚLTIMA INSTANCIA TE CONVIERTES EN AQUELLO QUE HACES DE MANERA REPETIDA. SI LOS HÁBITOS QUE TIENES NO GENERAN UN BENEFICIO PARA TI, DIRECTAMENTE TE ESTÁN HACIENDO DAÑO. AQUÍ VAN ALGUNOS EJEMPLOS DE ESAS PEQUEÑAS COSAS QUE TE PRIVAN DE LA FELICIDAD, SI ASÍ LO PERMITES:

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1. Concentrarte en la vida de otros y no en la tuya.
No te conformes con la las historias de éxito de otros y como las cosas se han dado para ellos, olvidando las tuyas. Tienes todo lo que necesitas para convertirte en todo lo que eres capaz de ser. Los cambios más asombrosos ocurren cuando decides tomar el control. Esto significa “consumir menos, crear más”. Significa negarse a dejar que otros piensen, hablen y decidan por ti. Significa aprender a respetar y hacer uso de tus propias ideas para vivir tu vida. Mantén tus mejores deseos y tus metas más grandes cerca de tu corazón y dedícales tiempo cada día. Si verdaderamente te ocupas de las cosas que haces y trabajas diligentemente en ellas, no habrá casi nada que no puedas lograr.

2. Esperar por el momento perfecto.
No caigas en el mito del momento perfecto. Los momentos no son perfectos, Son lo que tu quieres que sean. Mucha gente espera a que los astros se alineen para hacer lo que tienen que hacer. El momento perfecto, la oportunidad precisa…etc. ¡Despierta! Estos estados de perfección son mitos. NO EXISTEN. Tu habilidad de crecer a tu máximo potencial está directamente relacionada a tu voluntad de actuar ante la imperfección. Serás exitoso si en vez de buscar el momento perfecto, aprendes a ver y a usar las adversidades de la vida a tu favor.

3. Trabajar sólo por la paga.
Trabajar sin interés es agobiante. Incluso si eres apasionado en lo que se refiere a tu trabajo, debes estar, al menos, interesado en ello. Cuando creas un estilo de vida en el cual tu trabajo es algo con lo que batallas diariamente para pagar tus cuentas. Terminarás desperdiciando toda tu vida queriendo que fuera como la de alguien más. Piensa acerca de eso. Esta es tu vida; tu trabajo ocupa un gran porcentaje de ella. No se trata del dinero; se trata de ti. Ignora especialmente cuando la gente dice: “No dejes que tu trabajo te defina”. Medítalo y revierte este mensaje de la siguiente manera: “Haré el trabajo que me define”. El interés en tu trabajo mejora la calidad de tu rendimiento y suma felicidad a tu mente. No lo limites todo a un cheque.

4. Albergar sentimientos de odio.
Como Martin Luther King Jr. dijo: “La oscuridad no puede expulsar a la oscuridad, solo la luz puede hacerlo. El odio no puede expulsar al odio; sólo el amor puede hacerlo” Cuando guardamos sentimientos de odio, eventualmente se pierde lo mejor de nosotros. Toma el control de nosotros, y en un punto nos olvidamos el motivo del odio y a quién va dirigido este odio. Luego, naturalmente, esos sentimientos de odio se vuelven contra nosotros mismos. Todo y todos a quienes odias ocupan un espacio permanente en tu cabeza y corazón. Así es que, si quieres eliminar algo o a alguien de tu mente, no odies. En vez de eso, desconéctate, sigue adelante y no mires atrás.

5. Aferrarse a los miedos y preocupaciones.
Algún día cuando mires hacia atrás, te darás cuenta que prácticamente ninguna de tus preocupaciones y ansiedades llegaron a buen termino. Por lo tanto es mejor darse cuenta de eso ahora. Cuando analizas un par de años atrás, ¿Cuántas oportunidades de felicidad desperdiciaste por la preocupación o la negatividad? Aunque no hay nada que puedas hacer para remediar lo pasado, hay muchas cosas que puedes hacer por las oportunidades futuras.

6. Fijarse demasiado en las dificultades.
Un mal día es sólo un mal día. Los tiempos de adversidad inevitablemente afectarán las condiciones en las que vives y trabajas; sin embargo, no permitas que afecten quien eres y en que estás enfocado. Todos los días tiene nuevas lecciones y nuevas posibilidades. Siempre hay una manera de dar un paso adelante en el camino que escogiste. Hay sucesos que pueden ser terribles e inevitables, pero siempre tienes una opción.

7. Buscar constantemente alegría momentánea.
Hay dos variaciones de la alegría en la vida. La pasajera y la que perdura. La del tipo pasajera se fundamenta en instantes de bienestar material, mientras que la duradera se logra con el crecimiento gradual de la mente. De buenas a primeras resulta difícil distinguir la una de la otra, pero con el tiempo se hace obvio que la última es superior. La felicidad duradera se sostiene a través de los altos y bajos de la vida, a través de ellos tu mente se mantiene confiada y en paz. Por otro lado, cuando las variaciones de la vida te afectan demasiado, ni el más elaborado confort físico te dará felicidad por mucho tiempo.

8. Tratar de lograr grandes cambios de una sola vez.
Si quieres lograr un cambio en el mundo, comienza tu entorno más cercano. Hacer una gran diferencia de una vez, es prácticamente imposible, y el proceso de intentarlo es extremadamente estresante. En cambio, lograr una diferencia en un par de vidas, es absolutamente posible e incluso fácil. Solo debes concentrarte en una persona a la vez y comienza con los más cercanos. Si quieres hacer cambiar de opinión o de humor a alguien, a veces, como primer paso tienes que realizar ese cambio en la gente que rodea a esa persona. Por ejemplo, si haces a una persona reír, su risa podría hacer reír a otros.

9. Aferrarse a alguien que te hace daño.
A veces tienes que alejarte de ciertas personas, no porque no te interesen, sino porque a ellos no les interesas. Cuando alguien te hace daño una y otra vez, acepta el hecho de que no se preocupa por ti. No es algo fácil de asumir, pero debes hacerlo. No desperdicies otro segundo de tu tiempo tratando de impresionarlos o probarles algo.

10. Darle demasiada importancia al atractivo físico.
Enamorarte locamente de alguien simplemente por su aspecto físico es como elegir tu comida favorita basada en el color en vez del sabor. No tiene sentido. Son esas características innatas, invisibles e incalculables que crean una atracción duradera. ¿Agregarías algún hábito que te quite la felicidad?