miércoles, 2 de septiembre de 2015

OCUPÁNDOTE DE TI MISMO, OCUPÁNDOTE DE LOS DEMÁS

Cuando éramos niños nuestro padre y nuestra madre nos enseñaron a respirar, a andar, a sentarnos, a comer y a hablar. Pero cuando empezamos a practicar, volvemos a nacer como seres espirituales. Hemos de aprender a respirar de nuevo, con plena conciencia.


Aprendemos a andar de nuevo, con plena conciencia.
Deseamos aprender a escuchar de nuevo, siendo conscientes de  ello y con compasión. Deseamos aprender de nuevo a hablar, con el lenguaje del amor, para honrar nuestro compromiso original:

«CARIÑO, ESTOY SUFRIENDO. ESTOY ENOJADO. DESEO QUE LO SEPAS »

Esto expresa que eres fiel a tu compromiso. «Cariño,  haciendo todo lo que puedo. Estoy cuidando muy bien de mi ira. Por mí y también por ti. No quiero estallar, destruirme a mí mismo ni destruirte a ti. Estoy haciendo todo lo posible.

Estoy poniendo en práctica lo que he aprendido de mi maestro, de mi sangha».

Esta fidelidad con tu compromiso inspirará respeto y confianza en la otra persona. Y, por último: 

«CARIÑO, NECESITO TU AYUDA».

Es una frase muy fuerte porque normalmente cuando estás enojado tiendes a decir:

«NO TE NECESITO».

Si puedes decir estas tres frases con sinceridad, de corazón,  tendrá lugar una transformación en la otra persona. 

No puedes dudar del efecto de esta práctica. Además tu  conducta influirá en la otra persona para que también empiece a practicar. Ella pensará:

«ME ES FIEL. ESTÁ CUMPLIENDO SU COMPROMISO. ESTÁ HACIENDO TODO LO QUE PUEDE. YO DEBO HACER LO  MISMO».

ASÍ QUE AL CUIDAR DE TI MISMO, ESTÁS CUIDANDO DE TU SER  QUERIDO. AMARTE A TI MISMO ES LA BASE PARA TU CAPACIDAD DE AMAR A OTRA PERSONA. 

SI NO CUIDAS DE TI, SI NO ERES FELIZ, SI NO ESTÁS TRANQUILO, NO PODRÁS HACER FELIZ A OTRA PERSONA. 

NO PODRÁS AYUDARLA, NI AMARLA. TU CAPACIDAD DE AMAR A OTRA PERSONA DEPENDE POR COMPLETO DE TU CAPACIDAD DE AMARTE A TI MISMO, DE CUIDAR DE TI.

Resultado de imagen para OCUPÁNDOTE DE TI MISMO, OCUPÁNDOTE DE LOS DEMÁS
  
Extracto del libro:
LA IRA (El dominio del fuego interior)

Thich Nhat Hanh

LA LOCURA DEL TIEMPO PSICOLÓGICO

Usted no pondrá en duda que el tiempo psicológico es una enfermedad mental si observa sus manifestaciones colectivas. Ocurren, por ejemplo, en forma de ideologías tales como el comunismo, el nacional socialismo o cualquier otro nacionalismo, o sistemas rígidos de creencias religiosas, que operan bajo la asunción implícita de que el mayor bien está en el futuro y de que por tanto el fin justifica los medios. EL FIN ES UNA IDEA, UN PUNTO EN EL FUTURO PROYECTADO POR LA MENTE, EN EL QUE LA SALVACIÓN EN CUALQUIERA DE SUS FORMAS -FELICIDAD, LOGRO, IGUALDAD, LIBERACIÓN, ETCÉTERA- SE ALCANZARÁ. Frecuentemente los medios para llegar a ello son la esclavitud, la tortura y el asesinato de personas en el presente.


Por ejemplo, se estima que para promover la causa del comunismo se asesinaron unos cincuenta millones de personas, para lograr un "mundo mejor" en Rusia, China y otros países (Z. Brzezinski, The Grand Failure, Charles Scribner's Sons, Nueva York 1989, pp 239­-240) . Ese es un ejemplo estremecedor de cómo creer en un cielo futuro produce un infierno presente. ¿Puede haber alguna duda de que el tiempo psicológico es una enfermedad mental grave y peligrosa? 

Resultado de imagen para TIEMPO PSICOLÓGICO¿Cómo opera este patrón mental en su vida? ¿Está usted tratando siempre de llegar a un sitio diferente de donde está? ¿La mayor parte de lo que hace es sólo un medio para lograr un fin? ¿La realización está siempre a la vuelta de la esquina o reducida a placeres esporádicos como el sexo, la comida, la bebida, las drogas o las diversiones excitantes o emocionantes? ¿Está siempre concentrado en alcanzar o perseguir algún placer o emoción nuevos? ¿Cree que si compra más cosas se sentirá más realizado, más satisfecho o completo psicológicamente? ¿Espera a un hombre o una mujer que le dé sentido a su vida? En el estado normal de conciencia, identificado con la mente o no iluminado, el poder y el potencial creativo infinito que se encuentra encerrado en el Ahora están completamente oscurecidos por el tiempo psicológico. Su vida entonces disminuye su vibración, su frescura, su sentido de maravilla. Los viejos patrones de pensamiento, emoción, conducta, reacción y deseo se repiten en actuaciones interminables, son un guión en su mente que le da identidad parcial, pero que distorsiona u oculta la realidad del Ahora. La mente entonces crea una obsesión con el futuro como escape de un presente insatisfactorio.

Del libro:
El Poder del Ahora
Eckhart Tolle


EL COSTO DE LA PROCRASTINACIÓN (*)

Casi todos procrastinamos en algún que otro momento de nuestras vidas. Pero… ¿cuán extendido está este hábito? Piers Steel, un economista de la Universidad de Calgary, afirma que entre el 15 y el 20% de las personas procrastina de forma consciente. Según este investigador, los estudiantes serían los maestros de la procrastinación ya que casi un 95% de ellos posterga las tareas escolares.

Obviamente, si la procrastinación se convierte en un hábito, terminamos afectando nuestra calidad de vida y los resultados estudiantiles o laborales. De hecho, se afirma que la procrastinación puede ser muy costosa, tanto es así que se estima que el 40% de las personas puede haber experimentado una pérdida financiera como consecuencia de la procrastinación.

En un estudio conducido por investigadores de la Universidad de Oregon se pudo apreciar que la procrastinación tiene efectos muy negativos sobre la salud. En esta ocasión se analizaron más de 19.800 personas que tenían elevados niveles de colesterol y sorprendentemente, el 35% de ellas pospuso la consulta con el especialista durante al menos cinco meses.

Una investigación más reciente, desarrollada en el año 2006, demostró como las personas que tendían a procrastinar tenían mayores niveles de estrés y más problemas de salud. Esto puede deberse a que usualmente la expectativa de la situación es más negativa que la vivencia de la situación en sí misma.

En fin, que el costo de la procrastinación es tan alto que simplemente no es una alternativa viable. sobre todo si tenemos en cuenta que la procrastinación no solo hace referencia al retraso de las tareas más críticas sino que puede comprenderse como un fracaso en la organización de las actividades de forma que somos incapaces de jerarquizarlas según su importancia y urgencia. En resumen, la procrastinación va mucho más allá de la postergación para ahondar sus raíces en la imposibilidad de jerarquizar.

Obviamente, mientras más lejana en el tiempo se demuestre una fecha de entrega, más seremos propensos a procrastinar. Esto podría estar relacionado con el hecho de que mientras más cerca percibimos una recompensa, más motivado estaremos a terminar una actividad. En este sentido, el neurocientífico Barry Richmond considera que la procrastinación tiene una base neurológica. Según su teoría, todo estaría relacionado con los niveles de dopamina y los receptores de esta sustancia.

Quizás la procrastinación tiene una explicación mucho más sencilla que se basa en los sentimientos de displacer que nos asaltan cuando debemos enfrentar una tarea que no nos resulta agradable. Entonces simplemente damos un paso atrás y optamos por postergar la tarea, quizás con la secreta esperanza de no tener que enfrentarla nunca.

 Resultado de imagen para procrastinar

(*)  La PROCRASTINACIÓN, prosternación o posposición es la acción o hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables.


EL PLACER DE LA INDIFERENCIA

ESTO ES UNA HISTORIA, DESGRACIADAMENTE, VERÍDICA.

Sucedió que una noche fría de Madrid, mi hermana y yo, caminábamos de camino a casa. Íbamos hablando de la cena y nuestra intención era pedir comida de un restaurante chino, pues nos encanta. Entonces… Lo vimos.

ERA UN NIÑO DE UNOS SIETE AÑOS. Moreno y lleno de suciedad. No nos miraba. Estaba al lado de un contenedor de la basura, como vigilando. Seguidamente, vimos cómo se abría dicho contenedor y se asomaba tímidamente la cabeza de un hombre, el que yo supuse que era el padre del niño.

¿QUÉ HICIMOS? Podríamos haberles dicho… “Miren, tengo mucha comida que se me echa a perder dentro de poco” o… “Miren, mi casa es grande y se pueden quedar esta noche para que el niño no pase frío” o simplemente… ”¿Por qué no nos acompañan a cenar? Vamos a ir al chino.”

Resultado de imagen para INDIFERENCIA

Pero no. No hicimos nada de eso. PASAMOS DE LARGO SIN MIRARLES. Como si no existiesen. Y lo peor de todo, yo no me sentía exactamente "mal". Me sentía incómoda, observada, con ganas de salir corriendo de allí. A mi hermana sé que le pasó lo mismo.

Entonces llegamos a casa, y no pedimos comida. Tampoco hablamos mucho. Nos metimos cada una en nuestra habitación y no salimos hasta el día siguiente.

Por qué, me pregunto yo. Por qué veo gente pobre, gente sin nada, sin comida, sin ropa, sin lugar para pasar la noche…Y yo no muevo ni un dedo ¿ No me da pena? Bien es cierto que una parte de la gente se ha buscado su propio destino, pero ¿Y los que no? ¿Y LOS QUE NO TIENEN CULPA DE NADA? Esa noche lloré.

Porque NO HAY NADA COMO VER LAS COSAS CON TUS PROPIOS OJOS, delante de tus narices, a un par de metros de ti. Desgraciadamente, vemos cosas todavía peores por televisión. 

Asesinatos, pobreza, niños muriendo frente a la cámara…Y apenas sentimos, porque no lo vemos parte de nuestro mundo. "Eso" no existe. Sólo son personas actuando en el mayor circo.

Unos meses después, discutí el tema con amigos y la mayoría llegaban a la misma conclusión “ Si tuvieses que hacerte cargo de toda la gente que sufre en el mundo, si tuvieses que sentirte responsable por su dolor, no serías feliz nunca” .

De la experiencia, me quedó un sabor amargo por no haber podido/querido ayudar a aquel niño y a aquel padre. AHORA SÓLO PUEDO OPTAR A ENCONTRARME UNA SITUACIÓN SIMILAR, Y HACER ALGO MÁS QUE FIJAR LA VISTA HACIA EL HORIZONTE Y OLVIDARME.


domingo, 30 de agosto de 2015

DEPRESION. YO TENIA UN PERRO NEGRO.

Cuando no hemos padecido nunca trastornos mentales como la ansiedad o la depresión, no podemos llegar a imaginar por lo que pasan las personas que las padecen.


En su peor momento, la depresión puede ser una condición debilitante y terrorífica. Millones de personas en todo el mundo viven con depresión. Muchas de estas personas y sus familias tienen miedo de hablar de sus luchas, y no saben dónde acudir en busca de ayuda. Sin embargo, la depresión es en gran parte prevenible y tratable. Identificar la depresión y buscar ayuda es el primer y más importante paso hacia la recuperación.

En colaboración con la OMS para conmemorar el Día Mundial de la Salud Mental, el escritor e ilustrador Mateo Johnstone cuenta la historia de superación del “perro negro de la depresión”, figura metafórica que utiliza para describir qué es y como se siente una persona con esta patología.

Si conoces a alguien que esté en esta situación y todavía no haya recurrido a la búsqueda de ayuda hazle llegar este video. También si al verlo tú mismo identificas que estás pasando por la compañía de este gran perro negro, ponte lo antes posible en manos de un profesional y empieza a vivir de nuevo.


RESILIENCIA.

Cuando los japoneses reparan objetos rotos, enaltecen la zona dañada rellenando las grietas con oro. 
Ellos creen que cuando algo ha sufrido un daño y tiene una historia, se vuelve más hermoso. 
El arte tradicional japonés de la reparación de la cerámica rota con un adhesivo fuerte, rociado, luego, con polvo de oro, se llama Kintsugi. 
El resultado es que la cerámica no sólo queda reparada sino que es aún más fuerte que la original. En lugar de tratar de ocultar los defectos y grietas, estos se acentúan y celebran, ya que ahora se han convertido en la parte más fuerte de la pieza. 


Resultado de imagen para RESILIENCIA.


Kintsugi es el término japonés que designa al arte de reparar con laca de oro o plata, entendiendo que el objeto es más bello por haber estado roto.
Llevemos esta imagen al terreno de lo humano, al mundo del contacto con los seres que amamos y que, a veces, lastimamos o nos lastiman.
¡Cuán importante resulta el enmendar! 
Cuánto, también, el entender que los vínculos lastimados y nuestro corazón maltrecho, pueden repararse con los hilos dorados del amor, y volverse más fuertes.
La idea es que cuando algo valioso se quiebra, una gran estrategia a seguir es no ocultar su fragilidad ni su imperfección, y repararlo con algo que haga las veces de oro: fortaleza, servicio, virtud... 
La prueba de la imperfección y la fragilidad, pero también de la resiliencia —la capacidad de recuperarse— son dignas de llevarse en alto.

viernes, 28 de agosto de 2015

LOS PELIGROS DE DESAHOGARSE

Hay terapeutas que nos aconsejan expresar nuestra ira para sentirnos mejor. Nos sugieren que digamos o hagamos cosas para sacar la cólera que sentimos, como coger un palo y golpear un neumático, o dar un portazo con todas nuestras fuerzas. O también golpear una almohada. Estos terapeutas creen que es el método para eliminar la energía de la ira que hay en nosotros, y lo llaman «desahogarse».

Cuando tu habitación está llena de humo, quieres ventilarla para que salga el humo. La ira es una especie de humo, una energía que te hace sufrir. Cuando el humo de la ira surge, quieres abrir la puerta y encender el ventilador para que salga la ira. Así que te desahogas golpeando una piedra o un árbol con un palo, o aporreando una almohada. He visto a mucha gente hacerlo. Pero en realidad, con este método sólo te sientes mejor temporalmente, y además los efectos que tiene son muy perjudiciales, te harán sufrir mucho más.

La ira necesita energía para manifestarse. Cuando intentas descargarla golpeando algo o aporreando la almohada con todas tus fuerzas, al cabo de media hora estarás agotado. Y como estarás hecho polvo, no te quedará más energía para alimentar la ira que sientes y pensarás que ha desaparecido, pero no es cierto, lo que ocurre es que estás demasiado cansado para estar enfadado.

La ira que sientes surge de las raíces de la ira que hay en ti. Las raíces de la ira se arraigan en la ignorancia, en las percepciones erróneas y en la falta de comprensión y compasión. Cuando das rienda suelta a la ira, simplemente estás abriendo la energía que alimenta la ira en ti, pero sus raíces siguen estando ahí, y al expresar la ira de este modo, las fortaleces. Este es el peligro que comporta desahogarse.

Resultado de imagen para desahogarse

En el New York Times del 9 de marzo de 1999 apareció un artículo sobre la ira titulado:«Descargar la agresividad no es aconsejable». Según este artículo, los psicólogos sociales habían llevado a cabo numerosas investigaciones y habían sacado la conclusión de que intentar descargar la ira y la agresividad golpeando una almohada y haciendo cosas parecidas no ayudaba en absoluto. En realidad, empeoraba la situación.

Cuando aporreas una almohada, en vez de calmar y disminuir la ira que sientes, la estás fortaleciendo. Si lo haces a diario, la semilla de la ira que hay en ti crecerá cada día. Y algún día, cuando veas a la persona que te ha hecho enfurecer, tal vez practiques lo que has estado ensayando. La golpearás y acabarás en la cárcel. Por eso, manejar tu agresividad golpeando una almohada o desahogándote no sirve para nada y es una práctica peligrosa. En realidad no estás desahogando la energía de la ira, porque la ira no desaparece de tu organismo.

Descargar la cólera que sentimos es una práctica basada en la ignorancia. Cuando imaginas que la almohada es el objeto odiado y la golpeas, estás manifestado ignorancia e ira. En lugar de disminuir la violencia y la ira que experimentas, te enojas y enfureces más.

Una serie de terapeutas han confirmado que la práctica de desahogar la ira es peligrosa. Me explicaron que dejaron de aconsejar a sus pacientes que la hicieran, porque después de haberse desahogado golpeando una almohada estaban cansados, por eso se sentían mejor. Pero una vez descansaban y comían un poco, si alguien llegaba y regaba las semillas de la ira que había en ellos, se enfurecían más que antes, porque habían estado alimentando las raíces de su ira al manifestarla.

Extracto del libro:
LA IRA (El dominio del fuego interior)
Thich Nhat Hanh

miércoles, 26 de agosto de 2015

EJERCICIO (EL MAL NO EXISTE)

Piensa en algo que hayas hecho en el pasado y que al recordarlo tenga sentido de culpabilidad. Entiende que, como para ti lo que hacías tenia una parte de agrado, esa parte no te dejó ver tu injusticia, o pudo más que ella. Tú actuabas bajo los efectos de la programación, paralizado e hipnotizado por ella, creías que tu felicidad estaba en hacer aquello, ¿No?. A ver si eres capaz de ver lo que sucedió como consecuencia de una enfermedad de la que quieres sanar.

Resultado de imagen para EL MAL NO EXISTE

Si te das cuenta de ello, es que despiertas a la realidad, es que te estás sensibilizando, y en donde hay sensibilidad — apertura hacia la verdad — no puede haber pecado. Puedes estar enfermo y necesitar curarte, despertarte más a la realidad, pero si ya lo puedes observar, señal de que lo estás consiguiendo.

Ya sabes el porqué de tu obrar así. 

A ver si eres capaz de perdonarte tú, sin más sentido de culpabilidad ni resentimiento. Si de verdad has comprendido la situación y aceptado tu papel en ella, ya no habrá remordimiento ni rechazo alguno al recordarlo.

Ahora piensa en algún rechazo, ofensa o injusticia que has recibido de otro. ¿Era una ofensa?. ¿O es que tu miedo e inseguridad hizo que te sintieras ofendido?. Es posible que el otro no supiese obrar debidamente, pero piensa que, al actuar así, a quien hizo más daño es a sí mismo, no a ti. ¿Eres capaz de verlo?.

El otro es inocente, aunque en ese momento hubiese reaccionado ofuscadamente, cómo un loco. Pero lo importante es que él no está capacitado para ofenderte, ni con palabras, ni con actitudes, ni con gestos. Es tu inseguridad la que se sintió atacada e hizo que tus mecanismos de defensa se pusieran en guardia. Recompón la situación y verás como es así. 

¿Qué es el pecado?. Existe el pecado, pero es un acto de locura. Tú preocúpate de desmontar tu programación y no te preocupes de lo que te digan.

Extracto del libro:
La Iluminación es la Espiritualidad
Anthony de Mello

lunes, 24 de agosto de 2015

La reina y sus truhanes

Ayer, de casualidad, andaba por la zona del Museo Nacional de Bellas Artes. No sabía que pasaba cuando de lejos vi algunas personas amontonadas tras un vallado custodiado por muchos policías.  Sólo me bastó con revisar Twitter para enterarme que Cristina Kirchner y algunos de sus funcionarios estaban en el MNBA inaugurando salas nuevas.
Las inauguraciones pomposas del ensanchamiento de una sala, el abuso de la cadena nacional, los aplausos insólitos y el discurso del desparpajo no son motivo de sorpresa en esta Argentina desolada por la prepotencia de los sinvergüenzas y la incompetencia de una ciudadanía perdida en el relativismo moral. Esto lo vemos a diario, indigna, pero no es motivo de asombro.
Sin embargo, esta vez pude, por segunda vez, verlo desde adentro. Todo lo que parecía parte de la cotidianidad, dejó de serlo. No escuché el discurso, estuve entre ellos, entre quienes no escuchan, entre quienes sostienen banderas y entonan eufóricos, una y otra vez, mensajes cobardes de venganza. Esta vez, escuché de qué hablan y pude ver los detalles de ese contexto dantesco y pantanoso.
La Cámpora, en una esquina, apartados de todos, amontonados entre ellos, escondidos tras banderas que acompañan con la entonación de cánticos de barrabravas. El mensaje que tararean es una clara amenaza a quienes se resisten a integrar las filas de los bufones de la reina. La Cámpora es un club de fans de Recalde, Kiciloff y de los puestos públicos que pudieran conseguir según su capacidad de servilismo.
Entran a los actos oficiales, pero a oficiar de plebe. Tienen visibilidad, pero no sus rostros, sino sus banderas, diseñadas para dar la justa impresión de masa, de entes sin espíritu. Se codean con los altos dirigentes del partido, sólo cuando ellos se acercan al vallado a estirarles la mano o asoman a los balcones a usarlos de relleno para engañar a la audiencia. No tienen ideas propias, son el desagüe del discurso oficial, del relato, de la bajada de línea.  Son, por gusto propio, los marginales del kirchnerismo.
En otro orden, se encuentran aquellos fue fueron tocados por la varita mágica del empleo público jerárquico. Aquellos que tienen acceso a los mejores lugares en el aplaudómetro oficial. Los que se pavonean por los pasillos del Congreso y la Casa Rosada imaginando ser herederos de una fortuna, imaginándose dueños de todo, imaginándose portadores de apellidos (frase muy común entre este círculo) y actuando como ellos creen que actuaría un rico, haciendo carne sus acusaciones infundadas y sus frustraciones.
Son los hijos de, los hermanos de, los parientes de. Imberbes, soberbios y corruptos; ajustan un gesto de superación frente a la multitud, exaltan eufóricamente –para que se note- y en voz alta su dominio del escenario, su compinchaje y confianza con los jefes de la manada. Entre abrazos, risotadas y enfundados en sobrecargados atuendos que evidencian la línea que une la ética de la estética, reflejan hacia abajo el esplendor del dinero arrebatado y de líderes alimentados con la adulación. Desde abajo, responden positivamente. Seres humanos que eligen sus líderes para vengarse de esos enemigos imaginarios inventados por el credo populista; adulan, imitan y se arrodillan ante estos personajes mesiánicos e inmorales.
populismo-megafono
Todos estos personajes son la base, los pilares de los líderes del partido. Sin embargo, esos líderes, no surgen de los fanáticos, surgen del pensamiento medio de la sociedad. Kiciloff, es el más claro ejemplo de esto. Cualquiera que haya ido a la universidad, tanto pública como privada, ha sido testigo de aquellos considerados “los inteligentes”.
La inteligencia, con los parámetros de medida del pensamiento medio argentino, está mesurada de la misma manera que se miden las posturas morales y éticas, entre grises, sin definiciones claras, que parezca algo que no es, que no se note. Los inteligentes son aquellos que ponen todo el intelecto para justificar lo injustificable, son aquellos que exponen sus conocimientos sin olvidar jamás el condimento de la viveza criolla y la avivada. ¿Se imaginan como hubiera sido asistir a la cátedra de Kiciloff, pedir la palabra y exponer los principios éticos liberales como las bases fundamentales de la aniquilación de la pobreza? ¿Cuál hubiera sido la reacción? No la reacción de los marxistas, no de los fanáticos, sino de los moderados. La reacción siempre ha sido la admiración al charlatán que mejor modula y la condena social a quién deja en evidencia al charlatán.
Hoy, los charlatanes gobiernan. Llevan una vida que jamás imaginaron llevar. Se creen estrellas de la farándula. Bajan las escalinatas, caminan en alfombras, se acercan a su público, se sacan fotos con ellos, les pasan la mano, se suben a autos de lujos, degustan manjares, descansan en playas exóticas. Todo esto se debita coercitivamente de la cuenta de esa clase media que por años moderó el discurso de los valores, que enseñó a sus hijos la palabra “yanquilandia” y la frase “el Che murió por sus ideales”, creando la imagen del valor positivo en la figura del asesino, y la imagen de país con filosofía de plástico sobre el lugar que fue cuna de la libertad y del sistema político y filosófico más avanzado que la humanidad ha conocido.  La misma clase media que se ha encargado de ridiculizar las voces de quienes enfrentaban a los charlatanes que hoy los esquilman.
La reina y sus truhanes están cómodos en el poder. Lo tienen todo. Ellos están en la cima. Tienen poder, mucho poder, pero quieren más. Nunca estuvieron mejor. No hay más pobres…entre ellos. Los otros pobres, no los ven, son de imposible visibilidad desde la altura de aviones y helicópteros. Están cómodos por lo que les sobra, por la tropa que los rodea, pero sobre todo, porque comprenden que los valores que han hecho grande a la Argentina, los valores que a ellos los llevarían a tribunales y no al sillón de Rivadavia, son ignorados, denostados y relativizados por una sociedad éticamente desorientada, con miedo a pensar, y lo peor de todo, con miedo a la libertad.
 · 24/08/2015