La
disciplina total es otro de los componentes de una soledad encajada.
Disciplina total significa que en cada oportunidad estamos dispuestos a
volver delicadamente al momento presente. ESTO ES LA SOLEDAD COMO
DISCIPLINA TOTAL. Estamos
dispuestos a sentarnos en soledad, a estar simplemente allí, solos. No
tenemos que cultivar este tipo de soledad de manera especial; simplemente
podemos sentarnos inmóviles el tiempo suficiente como para darnos
cuenta de que, en realidad, las cosas son así.
ESTAMOS
FUNDAMENTALMENTE SOLOS Y NO TENEMOS NADA A LO QUE AGARRARNOS. Además, esto no es
ningún problema; de hecho, nos permite descubrir un estado de
ser absolutamente no manipulado. NUESTRAS SUPOSICIONES HABITUALES
—TODAS NUESTRAS IDEAS DE CÓMO SON LAS COSAS—NOS IMPIDEN VER LAS COSAS DE MANERA
FRESCA Y ABIERTA.
Decimos: «Ah, sí, ya sé»; pero no sabemos, no conocemos nada íntimamente, no tenemos ninguna certeza respecto a nada. Esta verdad básica resulta dolorosa y queremos huir de ella, pero relajarnos y volver a algo tan familiar como la soledad es una buena disciplina para darnos cuenta de la profundidad de los momentos irresueltos de nuestra vida.
CUANDO
HUIMOS DE LA AMBIGÜEDAD DE LA SOLEDAD NOS ESTAMOS TIMANDO A NOSOTROS
MISMOS.
Extracto
del libro:
Cuando
Todo Se Derrumba
Pema
Chödron