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sábado, 15 de agosto de 2015

CÓMO DESTRUÍMOS NUESTRA VIDA SIN SIQUIERA DARNOS CUENTA

A veces nos parece que nuestra vida no marcha bien, y estamos listos para cambiarlo todo, pero no sabemos qué.  Te invito a leer este artículo que te ayudará a salir de esa trampa invisible.

— La vida no es como una línea recta.
Ni se trata de un conjunto de horarios y gráficos.
No tiene nada de malo que no hayas acabado tus estudios al cumplir cierta edad, o no te hayas casado, encontrado un trabajo estable, o hayas empezado tu propia familia, etc.
Va muy bien entender que si no te has casado a tus 25-30, no te has convertido en vice presidente a los 33, o aún no has encontrado la felicidad a X edad nadie va a juzgarte (y si lo hacen no importa, porque es tu propia vida, no la de alguien más).
Puedes retroceder en cualquier momento, puedes detenerte y encontrar lo que te inspira; tienes derecho a tomarte un tiempo. Por alguna razón muchos lo olvidan.
Aún estando en la escuela empezamos a planear nuestra vida, y como dicta el plan, nos inscribimos en la facultad. Siendo estudiantes universitarios pensamos en elegir un trabajo, e incluso si no nos gusta mucho el plan que tenemos para nuestra vida, seguimos adelante porque ya le hemos dedicado tiempo.
Cada mañana nos levantamos y vamos a ese trabajo porque debemos respaldar la decisión que tomamos un día, y así damos un paso tras otro pensando que estamos tachando tareas en la lista de comprobación de nuestra vida.
Pero un buen día nos despertaremos sumergidos en la más profunda depresión, un día sentiremos que hay algo que nos presiona y no nos deja vivir, pero no sabremos de qué se trata. Así destruimos nuestra vida.
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Destruimos nuestra vida eligiendo a la persona incorrecta. ¿Por qué sentimos esa necesidad de acelerar las relaciones? ¿Por qué estamos tan obsesionados con la idea de estar con alguien y no la de “ser- alguien”?
Créeme, el así llamado amor que “nace“ por conveniencia, aquel que florece junto a la necesidad de dormir con alguien, y el que está ahí para satisfacer nuestra necesidad de atención y no nuestros verdaderos sentimientos, no es el tipo de amor que nos inspirará a despertarnos a las 6 de la mañana y abrazar a esa persona que duerme al lado.
Intenta descubrir ese amor que te hace ser mejor persona, no te enceguezcas con un ”no quiero dormir solo”.
Pasa tiempo contigo mismo, come solo, duerme solo y dentro de algún tiempo descubrirás cosas nuevas e interesantes sobre ti, cosas que ni sospechabas.
Crecerás como persona y encontrarás lo que te inspira, podrás ser quien domine tus sueños y creencias.
Cuando finalmente encuentres a esa persona que haga que cada una de las células de tu cuerpo baile, te sentirás seguro de él o ella, porque tendrás seguridad en ti mismo.
Espera. Te pido que esperes ese amor, luches y te esfuerces por él porque el verdadero amor es una de las cosas más maravillosas que puede sentir tu corazón.
Destruimos nuestra vida al permitir que el pasado tenga el control sobre nosotros.
En la vida, muchas cosas pasan y pasarán, esa es su principal característica: desengaños, frustraciones, dias en los que te sientes inútil, pareciera que esos momentos y palabras vinieron para quedarse, pero no debemos permitirles controlarnos por cuanto son sólo palabras.
Si le permites a cada situación desagradable ser el prisma que defina tu percepción de las cosas, verás el mundo de forma negativa e incorrecta; si lo permites corres el riesgo de estancarte en un mismo lugar durante años por estar convencido, por ejemplo, de que eres tonto; dejas pasar el amor porque sientes que tu ex pareja te dejó por no ser lo suficientemente bueno y ahora no crees en los hombres (o en las mujeres).
Es como un círculo vicioso. Si no te das la oportunidad de dejar atrás tu pasado, lo que ocurrió en algún momento, lo que alguien te dijo alguna vez o lo que sentiste, entonces seguirás viendo el mundo a través de la ventana sucia del pasado.
Destruimos nuestra vida cuando nos comparamos con los demás.
La cantidad de seguidores que tengas en Instagram no aumentará o disminuirá tu valor como persona.
La cantidad de ceros a la derecha en tu cuenta bancaria no tendrá un efecto real sobre tu compasión, inteligencia o felicidad.
Alguien que tiene dos veces más propiedades que tú no experimenta un tipo especial de gozo.
Estamos atrapados en el mundo falso de las redes sociales y aunque eso seguramente no nos causará la muerte al final del día,
Sí la destruye poco a poco al crear en nosotros la necesidad de sentirnos “importantes“ y presionar a otros para que también vayan tras ese ideal.
Destruimos nuestra vida al privarnos de las emociones.
Tememos decir demasiado, sentir demasiado, y de que las personas se entere de lo mucho que significan para nosotros.
Interés no significa locura. Sí, expresar tus emociones por alguien te vuelve un poco más ”vulnerable”, pero no hay nada malo en eso, por el contrario, hay algo de mágica en desnudar el alma y ser sincero con quienes significan algo en tu vida.
Deja que tu pareja sepa que él o ella te inspira, dile a tu mamá que la amas aunque estés delante de tus amigos, deja que tu alma viva, no te conviertas en piedra; se valiente.!!!!!
Destruimos nuestra vida cuando tenemos que soportarla.
Cuando nos conformamos con menos de lo que deseábamos inicialmente.
Destruimos las posibilidades que viven en nuestro interior y es como traicionarnos a nosotros mismos y a nuestro potencial.
¿Quién dijo que el próximo Miguel Angel no está sentado ahora frente a la pantalla leyendo esto y organizando documentos ajenos porque necesita pagar las cuentas o porque trabajar así es más fácil seguir el conducto regular, que ir a seguir sus sueños?.
No permitas que eso te suceda, no destruyas así tu vida.
La vida, el trabajo y el amor están inevitablemente unidos entre sí.
Debemos luchar por tener el trabajo que queremos y un amor excepcional, sólo así entenderemos la diversidad y la felicidad en la vida.
Autor: Bianca Sparacino

lunes, 10 de noviembre de 2014

ESPONTANEIDAD

"Todo lo grande, todo lo bello, todo lo verdadero y real, es siempre espontáneo. No puedes planearlo. En el momento en que planeas algo, todo va mal. El momento en el que surge el planear, todo se vuelve irreal. 

Pero esto es lo que ha sucedido a la Humanidad. Tu amor, tu sinceridad, tu verdad, todo, se ha torcido porque lo has planeado, porque se te ha enseñado a no ser espontáneo. Has sido enseñado a manipularte a ti mismo, a controlarte, a comportarte, y a no ser un flujo natural. Te has convertido en algo rígido, congelado, muerto.

La vida no conoce planes. En sí misma es suficiente.
¿Acaso los árboles planean cómo crecer, cómo madurar, cómo florecer?...
Ser espontáneo, vivir como un todo... si quieres vivir como un todo, no puedes hacer planes. ¿Quién puedo hacerlos? No puedes decidir el mañana, sólo puedes vivir aquí y ahora... ¿Quién puede hacer planes? El futuro es desconocido, ¿cómo puedes planear lo desconocido? Si haces planes sobre lo desconocido, esos planes nacerán del pasado. Eso significa que lo muerto controlará lo vivo. El pasado está muerto y el pasado sigue controlando al futuro; por eso estás tan aburrido...

El futuro siempre es una aventura, pero no le permites que sea una aventura. Lo planeas. Una vez lo has planeado, tu vida transcurre por una ruta. No es un río.

Cuando recorres una ruta, sabes a dónde vas, qué ocurre. Todo se convierte en una mera repetición. ¿Quién es el que hace los planes? Si es la mente, la mente es siempre del pasado. La vida no puede planearse porque a través del planear te estás suicidando.

La vida sólo puede surgir sin planes, moviéndote momento a momento hacia lo desconocido. Pero, ¿de qué tienes miedo? Estarás ahí para reaccionar; sea cual sea la situación estarás ahí para responder. ¿De qué tienes miedo? ¿Por qué haces planes?
El miedo aparece porque no estás seguro de si vas a estar o no estar presente; eres así de inconsciente. Ésa es la duda, no estás alerta.
Vas a tener una entrevista para un trabajo, de modo que te pones a planear en tu mente qué vas a contestar, cómo contestarás, cómo vas a entrar en la oficina, de qué forma esperarás de pie, cómo te sentarás. Pero, ¿por qué? Vas a estar ahí, así que podrás dar una respuesta.

Pero no confías en ti mismo, estás desatento, eres inconsciente; no te conoces... Si estás alerta, entonces no hay problema. Estarás presente, de forma que sea cual sea la situación, responderás a ella...
A través del hacer planes, la vida se vuelve más y más inconsciente. Y cuanto más inconsciente eres, más necesitas de esos planes. Antes de morir, ya estás muerto. Estar vivo significa reaccionar, ser sensitivo. Estar vivo quiere decir que surja lo que surja, yo estaré allí para responder y la respuesta saldrá de mí, no de mi memoria. No la prepararé...

Un sabio vive momento a momento, sin planes. Su vida es libre como una nube flotando en el cielo, sin meta, sin dirección. No tiene mapa alguno para el futuro; vive sin mapas, se mueve sin mapas, porque lo auténtico no es la meta; es la belleza del moverse. Lo auténtico no es el llegar, lo auténtico es el viaje en sí. Recuerda, lo auténtico es el viaje, el mismo viajar. Es muy bello. ¿Por qué preocuparse entonces de la meta? Y si estás demasiado obsesionado con la meta, te perderás el viaje. Y el viaje en sí es vida; la meta sólo puede ser la muerte.

El viaje es vida y es un viaje sin fin... Lo Total es el viaje, el camino, el camino eterno, sin comienzo y sin final. En realidad no hay meta; la meta ha sido creada por la mente astuta. ¿Hacia dónde se está moviendo toda la Existencia? ¿Hacia dónde? No va a ninguna parte. Simplemente va y ese ir es hermoso; por eso la existencia no es una carga. No hay meta, no hay plan, ni propósito. No es un negocio; es un juego, es lila. El mismo moverse es la meta".

Osho
El bote vacío
Osho Maestro Blog