La vida
de un adulto está llena de obstáculos que fomentan
en él la fuerza de voluntad, determinación, decisión
y la capacidad de analizar. Cualquier situación complicada nos
enseña algo. Por eso, antes de empezar a solucionar problemas, hay
que dar un paso atrás y esforzarse al máximo para entender mejor
qué es lo que estamos enfrentando.
REFORMULA
LA TAREA
Cuando
un directivo de la empresa Toyota les pidió a sus
subordinados «encontrar maneras de aumentar la eficiencia
de su labor», solo recibió en respuesta algunas miradas
de incomprensión. Después de que reformuló la tarea, que ahora
sonaba como «encuentra maneras de hacer tu trabajo más fácil»,
recibió una gran cantidad de propuestas.
Las
palabras juegan un papel importante en nuestra percepción del
problema. Dedícale tiempo a definir bien una tarea complicada.
ESTUDIA
EL PROBLEMA «DESDE ARRIBA»
Debajo
de un puente bajo se atascó un camión. Los bomberos,
la policía y otros servicios intentaban sacar el auto probando
todas las maneras posibles e imposibles. El conductor del camión
ya no sabía qué hacer cuando de pronto un niño
le propuso una solución sencilla: pinchar los neumáticos.
Cada
tarea nueva es una parte pequeña de algo más grande. Así como
se puede investigar un problema desde un ángulo, se puede
explorar de distintas «alturas». Si sientes que estás sobresaturado
con detalles o ves el problema en un aspecto demasiado
estrecho, míralo desde un punto de vista más generalizado.
ESTUDIA
EL PROBLEMA DESDE ADENTRO
Si separas
el problema en tareas más pequeñas, cada una de ellas será más
específica que la tarea inicial, esto también ayuda a entender mejor
lo que está sucediendo.
BUSCA
MÁS OPCIONES DE LOS ESCENARIOS POSIBLES
Antes
de empezar a solucionar un problema, asegúrate de que hayas
tomado en cuenta todos los escenarios posibles. Considerar las
consecuencias desde diferentes puntos de vista es una excelente
oportunidad de ver lo inesperado, nuevo, una solución integral.
UTILIZA
EXPRESIONES EFICIENTES
Utiliza
afirmaciones positivas.
Las
frases afirmativas motivan mejor y ayudan a ver el beneficio
real que se obtiene tras solucionar la tarea. Acepta que hay mucha diferencia
entre «dejar de fumar», por un lado, y «aumentar el nivel
de energía» y «vivir más», por otro.
Define
el problema en forma de pregunta
A nuestro
cerebro le gustan las preguntas. Si es una pregunta interesante,
el cerebro estará buscando la solución incluso cuando
no lo sospechamos.
HAZ
QUE TU PROBLEMA SE VEA FASCINANTE
Es muy
importante para que te sientas interesado y estés
en un buen estado anímico formulando el problema. Una cosa
es «crear tu propio blog» y otra, «inspirar a los lectores
a vivir una vida feliz».
VOLTÉALO
DE PIES A CABEZA
Otro
truco útil es pensar en la peor consecuencia como resultado
de una decisión errónea. Si quieres vencer, imagina qué
es lo que puede llevarte a un fracaso. A continuación,
solo tienes que tomarlo en cuenta para no repetir estos errores
en la vida real.
REÚNE
LOS DATOS
Explora
las razones y consecuencias de tu problema.
Si no es lo suficientemente claro, reunir los dados puede
ser mucho más eficiente que intentar solucionarlo de inmediato.
Si,
por ejemplo, el problema se define por tu esposo como «Jamás
me escuchas», la solución no es obvia. Pero
si la frase suena diferente: «No me miras a los ojos
cuando hablamos», la solución es clara.
Cuando
empieces a prestarle más atención a la definición
y formulación de tu problema, entenderás que es más difícil
que buscar la solución. ¡Pero el resultado justificará todos los
esfuerzos!
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