La
IRA es algo vivo, nace y necesita su tiempo para desaparecer. Aunque
tengas una prueba clara para convencer a alguien de que la ira que siente
se basa totalmente en una percepción errónea, por favor, no te inmiscuyas
enseguida.
AL
IGUAL QUE EL VEHEMENTE DESEO, LA ENVIDIA Y TODAS LAS AFLICCIONES, LA IRA
NECESITA SU PROPIO TIEMPO PARA EXTINGUIRSE, INCLUSO DESPUÉS DE QUE LA OTRA
PERSONA HAYA COMPRENDIDO QUE HA ENTENDIDO MAL LA SITUACIÓN. Cuando apagas un ventilador, sigue
dando vueltas antes de detenerse del todo. Con la ira ocurre lo mismo. No
esperes que a la otra persona le pase el enojo enseguida, porque eso no es
realista. Has de dejar que su ira se vaya extinguiendo poco a poco, no te
apresures.
La
paciencia es el sello del verdadero amor. Un padre necesita tener
paciencia para mostrar el amor que siente por su hijo o su hija. Y una
madre, un hijo y una hija, también.
SI
DESEAS AMAR, HAS DE APRENDER A SER PACIENTE, PORQUE SI NO LO ERES, NO
PODRÁS AYUDAR A LA OTRA PERSONA.
Debes
también tener paciencia contigo mismo. La práctica de abrazar la ira que
sientes toma su tiempo, pero sólo cinco minutos de respirar y caminar
conscientemente y de abrazar tu ira pueden ser muy eficaces. Si cinco
minutos no son suficientes, hazlo durante diez minutos, y si no basta,
alárgalo a quince minutos. Dedica el tiempo que te haga falta. Hacer
la práctica de respirar y caminar conscientemente al aire libre
es una forma maravillosa de abrazar la ira que sientes. Incluso
la práctica de hacer jogging es de gran ayuda. Al igual que
cuando cueces patatas necesitas mantener el fuego encendido al
menos durante quince o veinte minutos porque las patatas crudas no se
pueden comer, también necesitas cocinar tu ira en el fuego de ser
consciente, y puede que tardes diez o quince minutos, o quizá más, en
conseguirlo.
Extracto del libro:
LA IRA (El dominio del fuego interior)
Thich Nhat Hanh
Thich Nhat Hanh